Dando gracias a las penurias,
acompañado por miedos,
revolcándome en pecados
por amores y deseos,
viví mis primeros años
observado desde el cielo.
Le temía al purgatorio
y vivía en el infierno.
La libertad de pensar
parece un don adquirido
si uno piensa lo que piensan
los que nos han sometido.
Yo aprendí que dos y dos
no siempre es igual a cuatro,
y para vivir en las nubes
el diezmo debe ser alto.
Por eso que ando en la vida
con poemas alumbrando,
los caminos por hacerse
en sueños aun no pensados.
Magnífico poema y grandiosos versos que llevan un deleitante contenido, y subyace un "plus"del condimento esencial y singular:el humor !Agradable elocuencia, Maestro!
ResponderEliminarFnatastico...deleitas con tus letras...
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